Se ha identificado que muchas personas acuden a realizarse dichas pruebas luego de ser vacunadas sin que haya un beneficio claro de esta actividad.
Muchas personas que han sido vacunadas contra el covid-19 se realizan, por su cuenta, pruebas para identificar si desarrollaron anticuerpos frente al Sars-Cov-2. Esta práctica se ha venido haciendo más común, al parecer, asociado al aumento en la oferta de estas pruebas y a la preocupación de la población. Sin embargo, las autoridades alertan que no se recomienda la realización de estas pruebas de manera rutinaria.
Al respecto Leonardo Arregocés, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio de Salud y Protección Social señaló que “el seguimiento serológico posterior a la vacunación está recomendado sólo en situaciones muy específicas, casi siempre en el contexto de estudios de investigación”, las cuales las personas deben tener muy en cuenta y presentes.
Razón de ser del llamado
Muchas de las pruebas que se consiguen en el mercado, particularmente a precios bajos, buscan anticuerpos contra la proteína N del virus. Por el contrario, vacunas como las desarrolladas por AstraZeneca, Janssen, Moderna y Pfizer sólo producen anticuerpos contra la proteína S, por lo que es obvio que las pruebas rápidas no sirven para detectar la presencia de anticuerpos.
En el caso de Sinovac, que se trata de una vacuna de virus completo inactivado, se desarrollan anticuerpos contra la proteína N, pero esta respuesta parece ser menor en comparación que la que desarrolla contra la proteína S. Por estas razones, las pruebas rápidas no pueden considerarse como una herramienta fiable para evaluar la protección conferida por la vacunación.
Existen laboratorios que ofrecen pruebas de anticuerpos con técnicas más sofisticadas que efectivamente buscan anticuerpos contra segmentos específicos de la proteína S, pero la falta de estandarización de estas pruebas no permite la comparación entre estas, como tampoco su correlación con la protección que dan los anticuerpos detectados.
Aunado a lo anterior, “el conocimiento que tenemos de la enfermedad apunta a que la inmunidad mediada por células, linfocitos T, tiene un rol importante en la protección. Esta protección no se mide rutinariamente ni contamos con pruebas comerciales para medir este tipo de inmunidad. Es posible que personas con niveles menores de anticuerpos en sangre tengan una buena protección dada por la respuesta celular”, explicó el director.
Dicho así, la evidencia es clara en que un esquema completo de vacunación contra el covid-19 da una buena protección, inclusive contra varias de las variantes de preocupación, por lo que no parece haber un beneficio que de manera rutinaria se hagan estas pruebas.