El ministro Ruiz Gómez instó a asegurar que 50 millones de colombianos estén protegidos contra el covid-19 y comprender la responsabilidad que hay detrás de esto.
“El principio del Plan Nacional de Vacunación es el interés general y, bajo esta condición, todos debemos ser solidarios y concurrir a asegurar que 50 millones de colombianos estén protegidos contra el covid-19”, aseguró el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, como invitación a que la población que se encuentra en grupos abiertos.
El jefe de la cartera de Salud se refirió a la revelación de los contratos con dos casas farmacéuticas, indicando que es compleja y se da en medio de un avance acelerado del Plan de Vacunación en el país, el cual ha tomado relevante dinamismo y que representa un reto, en aras de mantener el ritmo de vacunación alcanzado.
Aunque este tipo de situación siempre representa un riesgo teniendo en cuenta que dentro de las cláusulas del contrato el Gobierno se comprometió a su no divulgación, el Ministerio de Salud y Protección Social ha permanecido en comunicación con ambas farmacéuticas con las cuales se firmaron estos contratos para aclarar que “la situación se dio en la rama judicial y no en el ejecutiva que fuimos quienes firmamos el contrato y que se da por una omisión involuntaria como lo manifestó el Consejo de Estado”.
A la fecha, aparte de las molestias manifestadas por las farmacéuticas, no se ha presentado alguna situación especial, se sigue a la espera de pronunciamientos concluyentes por parte de las mismas. “Confiamos en las aclaraciones presentadas con suficiencia y la relaciones establecidas hasta la fecha en el marco de estas negociaciones, para de esta manera procurar contener el impacto y el daño que esto pueda acarrear en el Plan de Vacunación”, sostuvo.
El ministro advirtió que en este tipo de contratos siempre han existido cláusulas de confidencialidad, que no es una situación exclusiva de Colombia sino de varios países en el mundo donde también se han presentado filtraciones y que desconocían los precios de la vacunas entre unos y otros, pero que se concentrará en lo que le compete a Colombia donde la compra se hizo de manera directa, sin intermediarios.
“No me referiré a los términos de estos contratos, eso se dará en las instancias que corresponda porque sigo cobijado por la cláusula de confidencialidad y en eso seré absolutamente estricto, aquí lo preocupante es que se haga uso más de tipo político de este tipo de situaciones, eso es sumamente grave y lleva unas connotaciones de naturaleza ética, porque la ética no es exclusiva a los funcionarios públicos, también a los privados y deben comprender la responsabilidad que hay detrás de esto”, indicó.
El ministro de salud explicó que muchas de las condiciones contractuales se dan para la prevención de los riesgos de la industria y sentenció que “la mayor inmoralidad que puede haber en un país es que no se atiende una situación como la que representa una pandemia, en un país donde hay más de 100.000 muertos por esta situación y el tema no puede ser otro que la atención y la prevención de la mortalidad de todas las personas”.
Agregó que aunque estas farmacéuticas no han planteado la no venta de vacunas a Colombia, esto se da en un momento crítico “porque estamos precisamente planteando la adquisición de vacunas para el año 2022, todos hemos visto, todavía no hay una evidencia concluyente sobre la necesidad de revacunación pero desde el punto de vista presupuestal y de previsión que debemos hacer, tenemos que dejar definido el presupuesto y la negociaciones para la adquisición de vacunas para el año entrante y para refuerzos. Es una situación compleja y esperamos reducir y/o mitigar el impacto generado a través de las conversaciones con las farmacéuticas”, concluyó.