– El minsalud Ruiz expuso las fortalezas, debilidades y retos que tiene el sector en cuanto al personal sanitario.
‘Presente y futuro de la formación, desempeño y gestión de la información del talento humano en salud’ fue el nombre de la ponencia del ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, en el foro de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, donde compartió con representantes de los sectores salud y educación un análisis sobre la situación actual del personal sanitario en el país y los retos a afrontar.
En primera instancia reconoció la loable labor desarrollada por los trabajadores de la salud desde que comenzó la pandemia de covid-19; señalando que, aunque la parte más dura ya pasó, fue posible abordarla durante todo este tiempo, indudablemente, gracias al talento humano en salud.
“Significó ese profundo afecto y profunda responsabilidad por el trabajo, la gestión y el deber; ese juramento que todos hacemos en el sector de la salud, de servir a los demás”. “Nunca identifiqué una sensación de no quiero servir. En todas partes, durante estos casi dos años y medio, lo que vi fue gente con sentido de responsabilidad, de afecto por su patria, de sentido técnico, de apoyo y de respeto por sus pacientes”, dijo.
Además, destacó el trabajo de las instituciones de salud, las cuales han buscado la manera de ampliarse y brindar la atención necesaria a los pacientes que así lo requieren, como lo ha sido la expansión en servicios de cuidados intensivos o la implementación robusta de la telemedicina.
El jefe de la cartera resaltó que el talento humano en salud es el activo más valioso del sector y la pandemia lo ratificó, pero que existe la necesidad de fortalecer su política.
Dentro de las problemáticas actuales están la disponibilidad y distribución del personal sanitario, refiriéndose a la necesidad de especialistas, profesionales de enfermería y de un talento humano interconectado.
En cuanto a las condiciones de salud, reconoció que, aparte de los contagios y fallecimientos, la mayor preocupación era el estrés que tendrían los trabajadores de la salud por su labor durante la pandemia.
“Eso nos debe llevar a pensar en una visión a largo plazo de ese manejo de las situaciones de crisis, que permanentemente enfrenta nuestro talento humano en salud”. Por su puesto, el tema de las condiciones laborales y el bienestar social también hacen parte de esos aspectos por revisar y mejorar. Asimismo, habló acerca de las falencias acumuladas, que redundan en aspectos como la baja capacidad resolutiva oportuna y con calidad de médicos generales.
“En los próximos días vamos a estarles haciendo unos planteamientos sobre la estructuración del modelo de atención. Nosotros tenemos que decir cuáles son los requerimientos en un primer nivel de atención, para que las universidades y centros de formación sepan cómo se debe formar el talento humano”, aseguró.
Y agregó que se necesita expandir algunos perfiles y núcleos de formación que antes no se contemplaban, por ejemplo, en biotecnología y generación de procesos productivos biológicos en el sistema de salud, en línea con la -próxima a expedir- Política de Soberanía y Seguridad Sanitaria en Colombia.
También está la poca formación de especialistas, las limitaciones para el desarrollo profesional del talento humano en salud y su distribución inequitativa en los territorios, como parte de los problemas estructurales crónicos del sistema.
Cumplimiento de mandatos legales
Ruiz indicó que el actual fortalecimiento de la Política de Talento Humano en Salud responde, no solo a falencias expuestas en la emergencia sanitaria y otras acumuladas, sino a una serie de marcos legales, como lo es la Ley Estatutaria de Salud, la cual denominó “la carta magna de nuestro sistema de salud”.
Por ello, destacó la implementación de la Ley de Residencias Médicas (Ley 1917 de 2018), pagos que comenzaron a girarse desde el año 2021 y los cuales se encuentran al día, salvo novedades, y que cubren actualmente cerca de cinco mil residentes, con un monto de alrededor de $200 mil millones al año.
De igual manera, la expedición del Decreto 376 de 2022, por medio del cual se definieron los lineamientos para la puesta en marcha del Sistema de Formación Continua para el Talento Humano en Salud, como reglamentación de la Ley 1438 de 2011.
Además, se comprometió a que, en este mes de las enfermeras y los enfermeros, se promulgará la Política de Enfermería, en congruencia con la Ley 266 de 1996. Estos cumplimientos hacen parte de la visión de la política con la que se espera orientar y fortalecer las acciones de los actores que concurren en los sectores educativo, laboral y de servicios de salud a partir del reconocimiento de sus características y las necesidades del sistema de salud.
El ministro explicó que los fines e instrumentos para tal fin son “la generación de información y conocimiento para la planeación y gestión del talento humano en salud, las condiciones para el desempeño laboral, y la formación en sus distintas modalidades”.
Próximos avances
El minsalud expuso los próximos avances antes de finalizar el actual gobierno, entre los que se cuenta la estructuración del documento de actualización de perfiles y competencias requeridas para el talento humano en salud, así como incentivos. También, lineamientos para la denominación de especialidades.
De igual manera, entre los retos están:
– Socialización del Decreto 376 de 2022 y su Sistema de Formación Continua para el Talento Humano en Salud.
– Implementación colaborativa de los actores en torno a los nuevos programas e instrumentos de la Política de Talento Humano en Salud.
– Desarrollo de capacidades para la implementación de las RIAS.
– Uso de la información generada (OTHS/RETHUS) para la toma de decisiones y planificación del talento humano en salud en los territorios.
Al cierre de su presentación mencionó la importancia que tendrá para las instituciones, profesionales de la salud y pacientes la puesta en marcha de la interoperabilidad de la historia clínica, que mejorará la prestación del servicio.
Y apuntó que el gran reto para todos es lograr mejorar la cantidad y calidad del talento humano en salud y el desarrollo institucional, que permita tener el mejor sistema de salud y una soberanía que permita mirar el futuro con optimismo.
“Nos llevamos la satisfacción de tener un talento humano en salud que ha sido solidario con este país y nos queda la tarea, independientemente de donde estemos, de seguir empujando ese carro para que tengamos el mejor talento humano en salud. La calidad de los trabajadores de la salud en Colombia es increíble y superior, en muchos casos, a países más desarrollados que el nuestro”, concluyó.