La Gobernación de Norte de Santander y la Alcaldía de Villa del Rosario en compañía de miembros del Ejército y la Policía Nacional, llevaron a cabo este jueves una visita al sector fronterizo de La Parada para conocer de primera mano la situación de esta comunidad desde el cierre fronterizo decretado por el presidente Iván Duque Márquez.
“Hacemos reconocimiento en una de las zonas más críticas. Necesitamos una intervención importante aquí, la vulnerabilidad de la población local y migrante es grande y este recorrido nos permite entender la situación para actuar lo antes posible”, dijo el secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de la Gobernación de Norte de Santander, Víctor Bautista, quien además expresó su preocupación al evidenciar el hacinamiento que se vive al interior de las viviendas de esta comunidad.
En el recorrido por las principales calles de esta zona se escuchó a la comunidad y se tomó atenta nota por parte de las entidades a la cooperación, pues se trabaja en la gestión de ayudas humanitarias que alivien parte de los inconvenientes que tienen los habitantes.
El alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel Manrique, reconoció la difícil situación sanitaria que se vive en La Parada e hizo un llamado al Gobierno Nacional para que intervenga en su municipio, pues considera que frente a las medidas tomadas en la prevención del coronavirus se desconoce la realidad que afronta la frontera colombo-venezolana.
Por su parte el comandante de la trigésima brigada de la fuerza de tarea vulcano, coronel Ever Garzón Rey, destacó el trabajo mancomunado que viene desarrollando la fuerza pública y las entidades territoriales para mantener la seguridad y garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas en la zona de frontera. “El comportamiento hasta ahora ha sido muy bueno. La gente ha acatado la norma hasta el momento y no hay ningún inconveniente de alteración al orden público”.
Desde la Gobernación se trabaja en el plan de salud que permita articular los esfuerzos que proyecta el Gobierno Nacional en busca de minimizar el riesgo de propagación y contagio del COVID-19 en el territorio nortesantandereano.
