Históricamente en Colombia el fenómeno migratorio ha sido característico, ya sea por traslado poblacional hacia otros países o por el ingreso de personas provenientes de otras áreas geográficas que buscan nuevas oportunidades al interior del país. Sin embargo, a partir del año 2015 inició una crisis migratoria desencadenada por la situación social y política de la República Bolivariana de Venezuela, la cual generó la expulsión de la población colombiana residente en ese país, así como el inicio de la migración masiva de la población venezolana, siendo Colombia por sus características geográficas, tanto ruta de paso hacia otros países latinoamericanos, como receptor de gran parte de esa población migrante que salió de su país de origen en busca de nuevas oportunidades personales y familiares.

El departamento Norte de Santander por su ubicación en zona fronteriza y por sus distintas vías de acceso, ha movilizado a una gran proporción de esa población, la cual puede ser de tránsito o, en su defecto, se convierte en su lugar de ubicación temporal o permanente. Se estima que para agosto de 2020 en Colombia había 1.722.919 venezolanos en el territorio, de los cuales 194.019 se encontraban en Norte de Santander, siendo el segundo departamento con más población migrante venezolana después de Bogotá, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En este contexto la migración no se detiene. Es así, como los esfuerzos de las autoridades están dirigidos a garantizar sus derechos humanos y la atención en salud, aun más en tiempo de pandemia. Como lo establece nuestra Constitución Política de Colombia 1991, en su Capitulo 3, articulo