– Esta enfermedad sin tratamiento específico puede prevenirse a través de la vacunación; la vacuna es asequible, segura y da un 99% de protección
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Fiebre Amarilla (27 de enero), el Ministerio de Salud y Protección Social recuerda la importancia de la vacunación contra enfermedad viral aguda.
La vacuna es asequible, segura y de acuerdo con los últimos análisis científicos, confiere una protección de hasta el 90 % después de los 10 días de la aplicación, y del 99 % un mes después.
“La fiebre amarilla, es una enfermedad de tipo viral aguda, hemorrágica, de elevada mortalidad, endémica en áreas tropicales de África y América Latina, que se transmite por la picadura de mosquitos infectados, presentes en algunas zonas rurales y selváticas, con el riesgo permanente de transmitirse a zonas urbanas de población que no ha sido inmunizada contra esta enfermedad a través de mosquitos domésticos”, informó Claudia Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social.
En 2020, dos países de la región de las Américas notificaron casos confirmados de fiebre amarilla: Brasil y Perú; en el 2021 fueron cuatro los países de la región que reportaron nuevos casos: Bolivia, Brasil, Perú y Venezuela, incrementándose el riesgo para Colombia, teniendo en cuenta la alta migración con estos países fronterizos.
Colombia es un país endémico para fiebre amarilla, cuyos departamentos con mayor riesgo son Amazonas, Caquetá, Casanare, Cesar, Guainía, Guaviare, Guajira, Meta, Putumayo, Vaupés y Vichada.
Según datos del Instituto Nacional de Salud:
– Las zonas con mayor número de casos se han reportado han sido: la Sierra Nevada de Santa Marta, Norte de Santander, Meta, Caquetá, Guaviare, Magdalena y Casanare. En estos departamentos se han presentado la mayor parte de casos entre 2000 y 2021. El último caso presentado de fiebre amarilla fue en 2018, en zona rural de Mitú, Vaupés.
– Las muestras de suero para identificar el virus es la forma en que se confirma la infección y esto debe hacerse dentro de los primeros 10 días de presentados los síntomas, que pueden ser fiebre aguda y muy alta, dolor de cuerpo, ictericia (piel amarilla), y hemorragias.
Esta enfermedad sin tratamiento específico puede prevenirse a través de la vacunación; la vacuna es asequible, segura, de acuerdo con los últimos análisis científicos confiere una protección de hasta el 90 % después de los 10 días de la aplicación y del 99 % un mes después. Es importante mencionar que una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de refuerzo.
El país cuenta con un plan de Prevención y Control de Fiebre Amarilla que garantiza la vacunación gratuita sin importar el estatus migratorio, cuyo objetivo es disminuir el riesgo de la presencia de nuevos casos de fiebre amarilla selvática en el territorio nacional y mantener en cero la incidencia urbana, dirigido a:
– Los niños y niñas de 1 a 11 años de edad en todos los municipios del territorio nacional.
– La población susceptible de 12 a 59 años, es decir, que no se haya aplicado la vacuna y que habiten en los municipios y departamentos de riesgo del territorio colombiano.
– Viajeros nacionales e internacionales que se movilicen a zonas de riesgo, incluyendo parques nacionales.
Antes de ingresar a zonas selváticas de riesgo o de antecedentes de circulación viral, las personas como turistas, trabajadores agrícolas, pecuarios, entre otros deben vacunarse.
Es relevante recordar que la vacuna contra la fiebre amarilla es un requisito para obtener el certificado internacional de vacunación para fiebre amarilla establecido en el Reglamento Sanitario Internacional que permite el libre desplazamiento en los países que lo exigen.
En conmemoración al aniversario de este evento internacional, el Ministerio de Salud y protección Social invita a toda la población beneficiaria de la vacuna contra la fiebre amarilla a concurrir a los puntos de vacunación nacional para garantizar la protección efectiva contra esta enfermedad y a la promoción de la vacunación sin barreras por parte de todos los actores del Plan Nacional de Vacunación.
