– Minsalud trabaja de la mano de otras entidades del Estado para reducir los riesgos de morbimortalidad por eventos de tránsito.
La seguridad vial es considerada un problema de salud pública, dadas las vidas humanas perdidas por hechos prevenibles, así como las secuelas o traumatismos que estos generan, situación con amplio impacto social y económico.
Para el Ministerio de Salud y Protección Social el tema es de suma importancia, especialmente por el bienestar de infantes y adolescentes, por lo que desde 2019 suscribió el ‘Pacto por la Seguridad Vial de los Niñas, Niños y Adolescentes de Colombia’, firmado también por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Ministerio de Transporte, Ministerio de Educación, Policía, Departamento de Planeación Nacional, Comité Empresarial de Seguridad Vial, y el enviado especial de Naciones Unidas para la Seguridad Vial.
En consecuencia, uno de los mensajes clave de la cartera de Salud para entender y atender los eventos viales es la intersectorialidad. Así lo apuntó Germán Escobar, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios.
“Los problemas a los que nos enfrentamos en seguridad vial no se abordan desde un solo sector, no se abordan desde el sector sanitario, solamente; no se abordan desde el sector transporte ni educación, solamente, sino que es un problema que se aborda transectorialmente”, dijo.
Y agregó que en el país se adelanta un buen trabajo conjunto, que contribuye y proporciona espacios de discusión donde se aborda de manera intersectorial, “de esa forma, las acciones propias del sector sanitario se ven capitalizadas o tienen un soporte mucho mejor para incidir y dar su contribución”.
Escobar explicó las tres líneas de acción que se llevan a cabo desde el Minsalud. La primera está asociada a la concientización de las características en materia de infraestructura y seguridad en el transporte público y privado.
“En nuestros países de medianos y bajos ingresos tenemos que hacer un trabajo muy importante, todavía, en adoptar estos sistemas certificados. Eso es muy importante, no cualquier sistema, sino garantizar la calidad de los sistemas certificados de protección de nuestros niños y niñas en los transportes”.
Sin embargo, reconoció las particularidades domésticas, entre las que se cuentan aspectos culturales, sociales y topográficos del país, “que hay que abordar de manera inteligente e innovadora, porque en muchos territorios el sistema de transporte no es el vehículo automotor de cuatro ruedas, sino una bicicleta o una motocicleta y, en ese orden de ideas, tenemos que empezar a abordarlo de forma diferencial”.
Sistema de Emergencias Médicas
La segunda línea de trabajo -señaló el vicesalud- es la preparación de los profesionales de atención prehospitalaria y hospitalaria, que permita disminuir las secuelas cuando se produzca un siniestro, “eso es prevención secundaria y tercería y es muy importante porque previene también muertes”.
En el momento en que ocurre un evento vial, se materializa un riesgo; pero éste puede abordarse oportunamente con atención de calidad para evitar secuelas, que pueden llegar a ser tan graves como una discapacidad severa o la muerte.
Para cumplir con esa preparación del talento humano en salud, el Ministerio tiene una unidad específica para abordar las emergencias, la Unidad de Emergencias y Desastres, integrada por un equipo que se encarga puntualmente de la preparación de los profesionales de la salud en atención prehospitalaria, hospitalaria y tratamiento de secuelas.
“Eso se está haciendo con un modelo de atención que estamos tratando de transformar, un modelo mucho más cercano a las personas, de atención primaria en salud, que sea más resolutivo y no todos los casos lleguen a los terceros niveles de atención, en los cuales se pierde tiempo y se pierde oportunidad de atención”, indicó.
Entretanto, la tercera línea, que tiene que ver con la segunda, es un sistema de emergencias médicas resolutivo y que atienda rápidamente los casos cuando se presenta un siniestro y una lesión.
“El 95 % de las lesiones por accidentalidad vial o por siniestros viales se produce en los países de bajos y medianos ingresos. Es dramático. Cuando tenemos esas lesiones, tenemos que atenderlas rápidamente”, recalcó Escobar.
Por eso, el Minsalud entra en una segunda fase de fortalecimiento del Sistema de Emergencias Médicas en Colombia que, si bien ha tenido un progreso exitoso en municipios categoría I, especiales y distritos, este año inicia en municipios categoría II y los de más de 100.000 habitantes.
“Hay que generar mayores capacidades, entrenamiento del talento humano, de las entidades de gobierno local, de los actores del ecosistema local, y en eso estamos, fortaleciendo ese Sistema de Emergencias Médicas y vamos de la mano con la Agencia Nacional de Seguridad Vial”, aseguró.
Los datos
En Colombia en 2021, según cifras del Observatorio de Seguridad Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, fueron 7.067 víctimas fatales. Después de motocicletas y peatones, los ciclistas son el actor más vulnerable.
En términos de mortalidad de niñas, niños y adolescentes, desde 2018 a 2020 hubo una reducción del 23 % de víctimas por siniestros viales. Sin embargo, entre enero y junio de 2021 fallecieron en el país 96 menores de 15 años, 20 más que en el mismo período del año 2020, un aumento del 26,32 %.
En promedio en los años 2018-2020 fallecieron a nivel nacional 437 personas de 0 a 18 años, siendo en este grupo etario el usuario de motocicleta el actor vial que más fallece, representando el 46 % del total de víctimas mortales por siniestros viales en la población de niñas, niños y adolescentes.
Los departamentos que concentran el 40 % de ésta problemática en los últimos tres años, son: Antioquia, Valle del Cauca, Cesar, Cundinamarca y Santander.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la segunda causa de mortalidad por factores externos entre niños, niñas y adolescentes son los siniestros viales.
Dado este panorama, es necesario crear estrategias multisectoriales e integrales para la prevención de lesiones en niños, niñas y adolescentes, así como lo han hecho en países con ingresos altos, logrando con esas estrategias la disminución de la incidencia en casi un 50 %, en las últimas tres décadas.
“Como sector salud es nuestro interés aportar en la minimización de los factores de riesgo y la reducción de la morbimortalidad relacionada con la siniestralidad vial, generando políticas, planes, estrategias y lineamientos que nos permitan realizar intervenciones poblacionales y colectivas en los entornos, con una alta importancia en la coordinación y gestión intersectorial, base para la integralidad y eficiencia de las acciones realizadas en los territorios”, concluyó el viceministro.