– En otros países se ha determinado que el pico de esta variante puede tardar entre cuatro y seis semanas.
En el desarrollo del Puesto de Mando Unificado (PMU) covid-19 #117, Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, se refirió a la situación epidemiológica del país y en algunas regiones, mostrando la evolución de los indicadores epidemiológicos en las últimas semanas y las regiones en las cuales se deben centrar alertas especialmente relacionadas con la variante Ómicron.
“Estamos observando un incremento inédito de los casos; como en otras regiones del mundo. Hasta ahora el mayor número de casos en este último pico se presentó el 3 de enero, sin embargo, no todas las regiones del país han presentado el pico al mismo tiempo. Cali fue una de las regiones que manifestó este pico más temprano y Bogotá lo ha hecho más lento y diferente al resto del país”, informó Fernández.
Fernández afirmó que “a nivel internacional el pico de ómicron tardó de 4 a 6 semanas y es probable que en Colombia se comporte similar, aunque puede haber variaciones por región”, dijo.
En Colombia el pico más alto de casos por fecha de inicio de síntomas, hasta ahora, fue el 3 de enero y el último el pico de muertes se presentó el 21 de enero, “esto se da porque el tiempo que pasa entre el inicio de síntomas y la muerte está aproximadamente entre 15 a 17 días, aunque aún es temprano para afirmar que el pico de muertes ya ha comenzado a reducirse en país, es posible que su reducción sea tan rápida como fue el ascenso, y como se ha observado en otros países”.
Sin embargo, Fernández insistió en que esto podría verse afectado con lo que pase estas siguientes semanas en Bogotá donde el comportamiento ha sido menos abrupto y tardío, lo cual puede obedecer a los desplazamientos que se dieron de esta población en diciembre a otras regiones del país y que difirieron las interacciones sociales, para lo cual insistió en que la principal medida para contrarrestar esta afectación es la vacunación.
Ómicron es la variante dominante en el país en este momento, desplazando a las otras variantes incluida Delta, aunque el incremento de casos con esta variante ha sido abrupto, las hospitalizaciones no han aumentado con relación al número de casos como con otras variantes incluida Mu, “esto se debe principalmente a que esta variante es menos severa y, por supuesto, al importante avance en las coberturas de vacunación a nivel nacional con énfasis en los grupos de riesgo. Sin embargo, hay que recordar que hay personas más vulnerables, como lo son los no vacunados, o las personas con mayores factores de riesgo que no han recibido su refuerzo, pueden morir por Ómicron, y eso es precisamente lo que estamos observando”.
Fernández también se refirió a la ocupación de camas de Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), “aunque ha aumentado, aún no llega y esperemos que no llegue, a los niveles de otros picos”. La ocupación UCI sigue siendo principalmente no covid-19, aunque se ha incrementado la ocupación por covid-19. El 2 de diciembre había 5 personas en UCI por causas no covid-19 por cada persona covid-19 y se mantuvo así hasta el 30 de diciembre. Este indicador empezó a disminuir después de esta fecha, lo que quiere decir que lo covid-19 está desplazando a lo no covid-19, aunque no a con la ocupación observada en los últimos picos.
En cuanto a disponibilidad de camas UCI hay suficiente en todo el país, sin embargo, algunas regiones ya han empezado a emitir alertas rojas hospitalarias por aumento en esta ocupación. Aunque esta ocupación principalmente es no covid-19, el Minsalud insistirá en habilitar o reabrir aquellas camas cerradas antes del mes de diciembre de 2021 para no afectar la prestación de otros servicios de salud.
Fernández también se refirió al número de casos en el talento humano en salud, que ha sido relativamente bajo durante este pico, “lo que da cuenta la protección de las dosis de refuerzo. Esto se debe replicar en otras poblaciones especialmente de alto riesgo como los adultos mayores”.
“A través de la vacunación podemos reducir la mortalidad e incidencia de casos graves, particularmente si se enfoca en grupos de riesgo. Con coberturas altas no vamos a evitar el pico, pero sí podemos reducir significativamente el impacto en los servicios de salud, es decir hospitalizaciones y la mortalidad”, concluyó Fernández.